miércoles, 3 de julio de 2013

De compositores y fotógrafos

Una imagen dice más que mil palabras. Una fotografía cuenta una historia, activa dentro del espectador una montaña rusa de sentimientos o controla la batuta de una sinfonía emocional. Una fotografía debe defenderse por sí misma. Cuando se logra hacer una buena foto no existen preguntas externas. ¿Cómo lograrlo? Aquí se presentan algunas reglas que te pueden guiar por el camino de la genialidad…
¿Qué estamos fotografiando? El elemento más importante debe ser resaltado y obvio. Este elemento es llamado centro de atención. Después de ubicar a nuestro centro lo siguiente es lograr que gire a su alrededor la demás composición. Tal vez sea llamado centro, pero esa no es forzosamente su posición. Tampoco debe abarcar el mayor espacio de la fotografía, el peso visual debe ser equilibrado.  Por el otro lado también es posible rellenar el encuadre, es decir ocupar la parte más grande de la foro con el centro de atención.

Si a la hora de oprimir el disparador albergas duda la regla de los tercios es una excelente aliada: 
Las imágenes se dividen en nueve cuadros; cuatro líneas, cuatro intersecciones. Los rayos indican los puntos que más llaman la atención. Un buen tip es acomodar los elementos más importantes aquí. O acaso no habías notado que el robot de Star Wars R2D2 está gozando de una torta. Claro que el centro es un punto fuerte pero no debemos abusar de él. La situación y el tratamiento otorgados al centro de interés es lo más decisivo en la composición fotográfica.
¡Ten cuidado con la competencia entre elementos! Algunas veces muchos entes son importantes y eso puede desviar la atención del espectador al lugar no deseado… inclusive los fondos son mañosos y acaparan la atención maniáticamente.  Lo preferible es escoger lo interesante a nuestros ojos y sacar de foco a la competencia… no siempre aplica el dicho “Si no puedes contra ello, únetele”  ¿Qué podemos hacer con el fondo? Sácale provecho, para resaltar utiliza fondos oscuros con sujetos claros o viceversa.
¿Más consejos para una composición bella e interesante? Los ángulos de toma…contra picada y picada sirven para enaltecer o rebajar, respectivamente. Estos ángulos son utilizados para conseguir una connotación en la foto.  Lo preferible a la hora de tomar fotos es acomodarnos al nivel del objeto (sobre todo con personas) porque de esta manera captamos su mundo, su visión y no lo nuestro. ¿A poco no es mágico cuando la foto excede nuestras manos y ojos y plasma lo que sucede fuera de nosotros? Aunque claro no descartemos la opción de conseguir un encuadre original con una vista de pájaro, es decir elevado. Invirtamos los papeles y que el suelo sea nuestro fondo:






La fotografía dialoga en silencio con su espectador, guía su vista de un lado a otro. Sin embargo hay veces en que el fotógrafo dirige la atención fuera de la foto y que un espectador pase de largo nuestra obra “maestra” ¡no es de Dios! Así que siguiente regla: la de dirección. Los ojos, las manos, los pies deben mirar hacia donde hay más espacio. Capturemos la entrada y no la salida de elementos a nuestra fotografía. Los ojos humanos leen las imágenes en “z”. La entrada es por la esquina superior izquierda, la mirada se desplaza a la esquina superior derecha, baja hasta la inferior izquierda y sale por la inferior derecha. Sácale provecho a este hecho y acomoda los elementos de tal manera que obliguen al espectador a observar la foto en el orden que deseamos.
Ahora ¿qué notamos en esta foto?



¿Acaso no sientes como tu mirada transita por un camino? ¿Cómo nuestros ojos son guiados por líneas? Las líneas dentro de una fotografía son muy importantes porque de esta manera el espectador simplemente debe dejarse llevar y apreciar.  En mente debemos tener el significado del tipo de líneas, chequemos el dato:




         Rectas: aburridas, sobrias, concretas, seguras




         Zigzag: agresivas, interesantes, rápidas, ingeniosas



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·                                                                                                                           jnCurvas: femeninas, suaves, delicadas

Es tema arcaico y conocidísimo, el cielo y la tierra. El cielo aquél paraíso desconocido, anhelo de religiosos y amantes y la tierra, nuestra cuna mundana y bien amada. Pues bien, en Fotografía existe una regla que concierne a estos dos famosos elementos: la regla de cielo y tierra, así de simple para no rompernos tanto la cabeza. Ambos siempre deben existir pero nunca en proporciones iguales. Imaginemos que nuestra foto la partimos en tercios horizontales, así:

Dos tercios de cielo, uno de tierra o viceversa. Inclusive 2 1/5 de cualquiera de los dos pero recuerda ¡nunca mitades! Podrá ser una decisión algo complicada en temas santos optar por uno o el otro pero al momento de oprimir el disparador lo mejor es que nuestro visor y nuestro ojo decidan que elemento llevará la mayor proporción.

¿Otro tip? En la foto el tres es el número mágico. Tres elementos siempre serán más armoniosos que dos o cuatro.

Sabios y sabiondos han dictaminado que los seres humanos poseemos un instinto criminal y de corte asesino en serie dentro. Pues bueno, a veces al tomar fotografías sublima el carnicero que llevamos dentro y cortamos sujetos por sus coyunturas o sea dobleces naturales del cuerpo como codos, rodillas, cuello, abertura de la boca, tobillos, etc.  ¿Qué dice la regla de los cortes? No lo hagas, límitate a guardar tus impulsos y antes de hacer la fotografía observa bien quien puede resultar con retratado con muñones. Evita errores como éste:


Y se feliz.



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