El guardián de los guardianes

La de Sebastián Suki Belaustegui es una historia hermosísima. Como dicen algunos, es un fotógrafo auténticamente humano y de corazón. 

Nació en Buenos Aires, Argentina en el seno de una familia adinerada. A diferencia de lo que todos puedan pensar, no era un argentino de sangre pesada sino una persona muy amable y transparente. A la tradición tipicamente hippie partió de su casa dejando atrás trabajo y grandes empresas para perseguir su sueño más grande: fotografiar a Latinoamérica. Chequen la evidencia:

Uno podría pensar que su trabajo es profesional desde sus raíces pero, como antes lo mencionaba, este ombre toma fotos con el alma no con la cabeza. Cuando comenzo sus aventuras por el sur del continente americano, viviendo con indígenas y personas de la Madre Tierra, Suki cargaba una cámara cuyas funciones su hermano le había enseñado en un par de horas. Vamos, que el fotógrafo no triaga consigo el bagaje de datos técnicos que otros profesionistas si.

Miren, este es el hermosísimo Suki. En fin por azares del destino, una curadora conoció su trabao en el DF donde el residía y vendía sus fotos en Coyoacán ¿se imaginan? Debemos de tener en cuenta que Suki es un fotógrafo apasionado quien ahorraba durante meses para viajar por un tiempo largo y conocer distintas culturas. Su poder de camuflaje con sus hermanos es increible y envidiable.

También viajó a  Áfricaa hacer lo que mejor hace: fotografías y estuvo presente en el aclamado festival de arte "The burning man" en el desierto estadounidense.

En resumidas cuentas, Suki merece los apalusos del mundo entero por la belleza de su trabajo y la sinceridad reflejada. Para más información, les dejo el link de su página web: http://www.photosuki.com/ y les recomiendo altamente su libro "Guardianes del tiempo" el cual es la recopilación de sus mejores disparos durante 10 años por la hermosa y atrevida América Latina.

 Simplemente hermoso.