miércoles, 2 de octubre de 2013

Los colores no son lo que piensas

Muchas cosas pueden traumatizarnos en nuestra vida. Pues bien, agarrénse bien porque comenzaré con revelarles que el color no existe.  Si tu percibes el color de una manzana o del aura de tu tía Conchita no es lo que parece. La luz proviene de la estrella poderosísima cuyo nombre nos recuerda a una cerveza. La luz está formada por vibraciones electromagnéticas  y cada una de ellas es distinta a la otra, esas ondas son el color y la luz blanca es la suma de todas ellas.
En otras palabras:
  • La luz blanca es la suma de un tercio de rojo, un tercio de verde y un tercio de azul.


El rojo posee la longitud de onda más larga (entre cresta y valle de la onda hay más espacio) y el azul la más corta. Es por eso que el día amanece rojo y la mayor parte del día predominan los otros dos colores. El rojo tarda más tiempo en llegar a la atmósfera por decirlo de alguna manera.
Cada onda electomagnética de la luz se mide en nanómetros, cada color posee una cantidad distinta.

Psst, psst… una radiación es la variación periódica en el espacio, en un campo magnético.
Ahora, tal vez te preguntes, como es que el color no existe si yo lo veo toooodos los días. Aquí viene la explicación: los entes de la Tierra poseen un pigmento propio y cuando la luz blanca cae sobre nosotros sucede algo llamado reflexión selectiva por moléculas de pigmento. Ya, que el nombre suena complicado pero en realidad es sencillísimo. Recordemos otra vez la manzana, nuestra manzana será roja –jugosa, muy al estilo Blanca Nieves- pues bien ésta manzana posee un pigmento natural rojo que SÓLO notaremos cuando la luz caiga sobre ella. La bruja malvada la posiciona en las manos de nuestra heroína Blanca Nieves y nosotros observamos una manzana roja. Sin saberlo lo que observamos es el reflejo de la luz en la manzana… “whaaat?” Pues ya decíamos que la luz blanca se compone de los tres colores primarios (rojo, verde, azul). Todos estos colores inciden a la manzana pero –oh, oh, sorpresa- el color rojo descubre que su espacio está ocupado por el pigmento natural de la manzana y rebota al exterior.
En términos “fisicoquimicomatematicoastrolabio”  el color primario existente en la manzana (rojo) absorbe los otros dos primarios y refleja el repetido (rojo). Con esta lógica sabemos que la manzana verde posee pigmento natural verde y que las manzanas azules… espera, las manzanas azules no existen.

Sin embargo, no todo en el mundo es rojo, verde y azul. ¿Qué pasa con los demás colores? Pensemos en un plátano, es amarilo. El amarillo es un color luz secundario o sea que se formó de la suma de dos colores primarios. El amarillo lo forma el verde y el rojo. Entonces, cuando la luz blanca incide en el plátano (verde y rojo) solo necesitamos el azul para el trio perfecto. Se reflejarán entonces. Como el verde y el rojo no encontraran “espacio” se reflejarán al exterior como amarillo. Si eres de los que precisan de oraciones prácticas para entender grandes misterios:
  • Los colores luz primarios dejan pasar su color y absorben los otros dos.
  • Los colores luz secundarios dejan pasar dos y absorben su propio color.

Cuando la luz incide en un cuerpo pueden suceder varias cosas:
  • DISPERSIÓN: la luz se difumina cuando un objeto bloquea la luz hacia el sujeto. El mejor ejemplo es un sombrero.

  • DIFRACCIÓN: si la luz incide sobre un sujeto u objeto aparentemente liso pero con incisiones en el cuerpo se provocan diferentes longitudes de color. Ejemplo: una perla madre.

  • INTERFERENCIA: un objeto o sujeto atrapa la luz y lo descompone en el espectro cromático. Cuando la luz incide en las gotas de agua que hay en las nubes deslumbra ante nosotros un arcoíris.



En fin, ahora sabemos un poquito más acerca de las cosas maravillosas que suceden en el mundo y no nos percatamos. Supongo que ya no verás ninguna cosa de la misma manera…





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